El tratamiento del VIH no solo consiste en la toma diaria del Antirretroviral. Para garantizar su efectividad y la salud integral de la persona, es fundamental realizar un seguimiento clínico periódico, basado en dos parámetros esenciales: la carga viral y el recuento de linfocitos CD4.
¿Qué es la carga viral?
La carga viral mide la cantidad de VIH presente en la sangre. Este valor se expresa como el número de copias del virus por mililitro (copias/ml) y permite conocer el nivel de replicación del virus en el organismo.
- Un resultado alto indica una mayor actividad del virus.
- Un resultado bajo —especialmente cuando es indetectable (< 200 copias/ml)— indica que el tratamiento está funcionando correctamente.
La meta clínica del tratamiento es alcanzar y mantener una carga viral indetectable.
¿Qué son los linfocitos CD4?
Los linfocitos CD4 son un tipo de glóbulos blancos esenciales para la función del sistema inmunológico. El VIH ataca específicamente a estas células, debilitando las defensas del organismo frente a otras infecciones.
- Un recuento normal oscila entre 500 y 1.600 células/mm³. Cabe destacar que no solo es importante un número alto, sino la calidad de los mismos.
- Si el recuento baja de 200 células/mm³, la persona presenta una inmunodeficiencia severa y un mayor riesgo de infecciones oportunistas.
El monitoreo de CD4 permite evaluar el estado inmunológico y anticipar posibles complicaciones clínicas.
¿Cada cuánto deben realizarse estos controles?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Protocolo Nacional de El Salvador, se recomienda:
- Medir carga viral cada 4 a 6 meses, especialmente en las fases iniciales del tratamiento.
- Evaluar el conteo de CD4 al momento del diagnóstico y repetir según evolución clínica.
Estos exámenes deben realizarse incluso si la persona se siente bien, ya que permiten detectar posibles fallos en el tratamiento o cambios en la respuesta inmunológica.
¿Por qué es importante el seguimiento clínico?
- Confirma la efectividad del tratamiento.
- Permite ajustar el esquema terapéutico si hay resistencia o efectos adversos.
- Detecta oportunamente una falla virológica.
- Previene el deterioro inmunológico y complicaciones asociadas al VIH.
El seguimiento clínico es un pilar fundamental en el control del VIH y en la mejora continua de la calidad de vida de las personas que viven con el virus.
Fuentes consultadas:
- Organización Mundial de la Salud (OMS) – Consolidated guidelines on HIV prevention, testing, treatment, service delivery and monitoring (2021).
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC) – HIV Clinical Care Guidelines (2022).
- Ministerio de Salud de El Salvador – Normativa nacional para la atención integral de las personas con VIH (última actualización disponible).